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En Somos Palabras se escribe.
Se escribe para ti, a medida, a mano y a máquina.
Se escriben tus ideas, tus sentimientos, tus emociones, tus sueños, tus palabras no dichas, transformando en realidad aquello que viaja en tu mente y en tu corazón.
Cualquier escrito, un cuento, un relato, una carta, una simple nota, un escueto wasap, es un retrato donde las palabras son óleo, acuarela, carboncillo.
En Somos Palabras se escribe.
Se escribe para ti, a medida, a mano y a máquina.
Se escriben tus ideas, tus sentimientos, tus emociones, tus sueños, tus palabras no dichas, transformando en realidad aquello que viaja en tu mente y en tu corazón.
Cualquier escrito, un cuento, un relato, una carta, una simple nota, un escueto wasap, es un retrato donde las palabras son óleo, acuarela, carboncillo.
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“Estaba yo tan tranquilo con mis cosas lejos de las calles de la ciudad: mi pequeño negocio, la familia, los amigos, mi casa y mis perros, y sopló de nuevo el viento. Saqué las manos de los bolsillos, me quité las botas y el sombrero, aparqué la prisa, me acomodé en el sillón de cuero, y escuché la música que entraba por la ventana”.
Del relato por encargo ‘Una pieza corta para Ana’.
“Estaba yo tan tranquilo con mis cosas lejos de las calles de la ciudad: mi pequeño negocio, la familia, los amigos, mi casa y mis perros, y sopló de nuevo el viento. Saqué las manos de los bolsillos, me quité las botas y el sombrero, aparqué la prisa, me acomodé en el sillón de cuero, y escuché la música que entraba por la ventana”.
Del relato por encargo ‘Una pieza corta para Ana’.
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“Cuando los niños ya no revuelvan nuestras sábanas, cuando sus risas no llenen nuestro hogar a diario, cuando nos dejen en libertad y solo vengan de visita los domingos y en fechas señaladas; sabes a lo que me refiero. Entonces, pediré prestada de nuevo una chaqueta militar aunque el termómetro marque cuarenta grados a la sombra, me empeñaré en acompañarte a casa y volveré a darte el primer beso. Esta vez, no habrá sorpresa, estás avisada”.
Del relato por encargo ‘De las Mil Batallas’.
“Cuando los niños ya no revuelvan nuestras sábanas, cuando sus risas no llenen nuestro hogar a diario, cuando nos dejen en libertad y solo vengan de visita los domingos y en fechas señaladas; sabes a lo que me refiero. Entonces, pediré prestada de nuevo una chaqueta militar aunque el termómetro marque cuarenta grados a la sombra, me empeñaré en acompañarte a casa y volveré a darte el primer beso. Esta vez, no habrá sorpresa, estás avisada”.
Del relato por encargo ‘De las Mil Batallas’.
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A medida,
a mano
y a máquina
A medida,
a mano
y a máquina
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“Cierro el último álbum de de fotos,
Del relato por encargo ‘Una historia de mudanzas’.
“Cierro el último álbum de de fotos,
lo dejo descansar sobre el regazo.
Con él, reposan treinta años
en color y en blanco y negro.
Me quito las gafas,
y me recuesto en el sofá.
El día se empieza a terminar,
cierro los ojos,
me llega una brisa marina.
En el silencio te veo”.
Del relato por encargo ‘Una historia de mudanzas’.
A medida, a mano y a máquina
©Natalia Manchado Martín
2022