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Lorem fistrum diodenoo papaar papaar de la pradera ese que llega hasta luego Lucas benemeritaar diodenoo se calle ustée quietooor benemeritaar. Me cago en tus
Cuando digo que me dedico al marketing, la mayoría de las personas piensan que lo que hago es publicar en redes sociales o hacer páginas web.
No voy a negar que esas actividades se encuentran entre las que forman parte de una estrategia integral de marketing.
Sin embargo, de nada sirve una web y de nada sirve estar en las redes sociales, si no hay una estrategia bien definida y unas herramientas que permitan optimizar los esfuerzos que ambas requieren.
Sigo viendo webs y perfiles de Instagram que no tienen nada desarrollado a nivel estratégico y de marketing…
Y es que hay tanto ruido que para alguien que llega al mundo online es complicado.
Hay gurús de todo tipo y tendencia, te hablan de estrategias super secretas, te ofrecen forrarte en dos días y sin conocimientos previos, ni inversión… Todo un «milagro» si pensamos sensatamente.
Me encantan los "EMBUDOS" 
He visto con mis propios ojos el poder transformador que tienen para cada negocio.
Volvemos a lo anterior. Evidentemente, un embudo no es hacer tres páginas web, un anuncio y echarlo a correr.
Implica el desarrollo de una estrategia, utilizar unas tácticas adecuadas y las herramientas precisas.
Realmente, el proceso es muy simple, lo complicado es conectar con tu público, llegar a tu audiencia de forma genuina y conseguir su confianza para que se conviertan en clientes.
Con esto presente, después de comprobar los obstáculos más frecuentes de las personas emprendedoras, estén en la fase que estén, y tras analizar decenas de embudos, sentí que era el momento de compartir el sistema para que se puedan beneficiar muchas más personas en este mundo digital.
